lunes, 22 de octubre de 2018

COMENTARIO MAPA HISTÓRICO 


Se trata de un mapa político de la Península Ibérica y las islas Baleares que muestra la evolución del proceso de repoblación entre los siglos VIII y XIII.
Diferenciamos seis zonas: dos de ellas sin color (reino Astur y reino de Granada), y cuatro sombreadas en distintos tonos. Las zonas coloreadas se identifican en la leyenda con los territorios repoblados según los diferentes sistemas. Aparecen a su vez el nombre de las principales ciudades.
Los distintos tipos de repoblación se identifican con el propio proceso de Reconquista. El primero que encontramos es la presura (llamada aprisio en los reinos orientales), que se lleva a cabo entre los siglos VIII y X sobre las tierras al Norte del Duero (las llamadas tierras de nadie). El sistema consistía en la dación de lotes de tierra (alodios) por parte del rey a campesinos libres, los cuales formaban aldeas con pastos y bienes comunes. El segundo tipo, que se corresponde con el área que se extiende entre los valles del Duero y del Tajo, se identifica con la repoblación concejil, que tiene lugar entre los siglos XI y XIII. Esta repoblación se organizaba de forma colectiva en zonas fronterizas, otorgando el rey fueros (privilegios)  a sus habitantes para estimular el asentamiento. La tercera zona se corresponde con las tierras repobladas principalmente por la Ordenes Militares, desde el Tajo hasta el Norte de Andalucía, en la primera mitad del siglo XIII. A estas organizaciones de “monjes” guerreros se les agradeció su participación militar en la reconquista con grandes lotes de tierra, donde fundaron  latifundios, principalmente ganaderos. Por último, en la segunda mitad del siglo XIII y en la parte central de Andalucía, en Murcia y en Valencia aparecen los repartimientos, grandes conjuntos de tierras que incluían las aldeas y los campesinos que las habitaban, y que son regulados mediante las capitulaciones, documentos por el cual el señor de las tierras se compromete a respetar las posesiones y costumbres de sus aldeanos. De esta forma se crearán los grandes latifundios agrícolas del Sur de España.
Este mapa nos aporta pues el conocimiento sobre la evolución del asentamiento cristiano sobre el territorio conquistado a los musulmanes, siendo de vital importancia su conocimiento pues nos aporta información social y económica a la vez que la evolución territorial de los reinos cristianos, sirviéndonos para entender así mismo la caracterización económico-social en épocas posteriores de los grandes conjuntos territoriales peninsulares.